lunes, 10 de diciembre de 2012

EL AUTOR


¡Oh Supremo Autor de todo!

Que siempre
     este subordinado a ti,
     sea dependiente de ti,
     me encuentre en el camino por donde tú vayas,
           y donde tu Espíritu se mueva,
     tenga cuidado de no alejarme de ti,
           de volverme insensible a tu amor.

Tú no mueves a los hombres como piedras,
    pero les infundes vida;
    no para que se muevan sin ti,
    sino en sumisión a ti, el primer motor.

Oh Señor, estoy asombrado de la diferencia
    entre lo que recibo y lo que merezco,
    entre el estado en que ahora estoy y mi pasado
      falto de gracia,
    entre el cielo al que me has destinado y
      el infierno del que soy digno.

¿Quién me dio esta distinción, sino tú?
    yo no estaba mas listo para recibir a Cristo
      que los demás;

Yo no podría haber empezado a amarte, si Tú no me hubieras
    amado primero,
    ni podría haberte aceptado a menos que me hubieras movido tú.

¡Oh que gracia que una corona así se ajuste a la cabeza de tal
    pecador!
    que una distinción tan alta sea para una persona
      tan infructuosa!
    tales alegrías para un rebelde tal vil!
La sabiduría infinita ha diseñado la salvación
    en que somos comprados, y somos liberados;

Sea escrito "Ira merecida" en la puerta del infierno,
Pero "Don gratuito de la gracia" en la puerta del cielo.

Sé que mis sufrimientos son resultado de mi
    pecar
    pero en el cielo, lo uno y lo otro cesarán;

Concédeme alcanzar este refugio, aun 
      a pesar de las tormentas,
    que los vientos de tu misericordia me lleven con seguridad
      a buen puerto.

Que tu amor me acerque a Ti,
    me libere del pecado, me ayude a morir a este mundo,
    y me prepare para mi salida de aquí.

¡Asegúrame con tu gracia mientras navego a través de este
    mar tormentoso!



Por Arthur Bennett - Editor del libro:
“The Valley of Vision: Una Colección de Oraciones Puritanas”
publicado por Banner of Truth